Esta vida loca no me deja ni un momento para pasarme por aquí a vaciar mi cabeza las veces que quisiera... y mi alma!
Los finales de obra son duros y a 100 km de casa más, porque el coche acaba con una. Pero no me quejo, quedará bien, y la gente está contenta con lo que les dejamos.
Es curioso, a veces contactas con gente en la vida que te sorprende. Hoy vino a visitar la obra una monja. Nunca he sentido ningun afecto especial por las monjas, es más, después del colegio me caen todas bastante mal. Pero esta era una chica de mi edad, todo sonrisa, todo tranquilidad, y me alabó mi trabajo, con lo cual ya me cayó bien al primer momento... es natural. Charlamos un buen rato, hasta que empezó a ensayar el coro, y se fue a ensayar con ellas. Antes de marcharse, me preguntó mi nombre, se lo dije, y ella me dijo "yo soy la hermana Olalla. Me alegra conocerte, te encomendaré". Todo ello con un precioso Kyrie Eleisson de fondo que me puso los pelos de punta... de repente me trasladé a la Edad Media y tuve la sensación de que podría entrar por la puerta de la iglesia en cualquier momento el mismísimo Tom Builder de "Los Pilares de la Tierra"... Duró tres segundos... y fue muy curioso.
Y me gusta pensar que alguien hoy se acordó de mi en su rezo diario. Porque imagino que eso significa lo de encomendarme, no? Y no es porque sea creyente, que no lo soy... es como si con esas palabras me hubiera trasladado una vibración positiva que me gustó.
Es esa pizca de magia que hace que un día sea especial...
Y mientras volvía a casa, con Gemma Nierga hablándome al oído desde la Ser, alguien habló de un aniversario que se cumple mañana y que todos debemos recordar: mañana, 9 de noviembre, hace 22 años que cayó el Muro de Berlín.
.
Aquella fue la pizca de magia que hizo de aquel día, un día especial, seguro...
No recordaba que mañana era el aniversario. Este verano estuvimos en Berlín y me impactó mucho conocer algunas de las historias que se vivieron en torno al muro. Su caída fue un acontecimiento histórico y un símbolo de la fuerza del pueblo luchando por su libertad.
ResponderEliminarMe ha gustado tu anécdota, aunque no seas creyente, pensar que alguien que sí lo es va a rezar por ti, es un bonito gesto.
Te entoendo, al margen de que creas o no, sabes que una persona que si lo hace va a dedicar parte de su momento personal de oración a pedir por tí, y eso hace sentir bien. Lo del muro...parece que fue ayer!!!
ResponderEliminarUn abrazo!!
encomendada quedas ;)
ResponderEliminara mi también me has transmitido tú tus buenas vibraciones ... y las de la hermana Olalla...
besos