martes, 15 de noviembre de 2011

El chocolate de la felicidad

No hay nada mejor en esta vida que hacer feliz a alguien con un regalo.

Hoy este post va de eso. De lo poco que cuesta hacer feliz a alguien.

Cuando era pequeña mi padre cogía muuuchos aviones, cada dos ó tres meses nos plantábamos en el aeropuerto mi madre, mi hermana y yo, para verlo marchar o para verlo llegar. Esta era la mejor parte, claro está. Aunque en alguna ocasión las nieblas y lluvias que decoran estas tierras en invierno nos dieron más de un susto, y nos obligaron a peregrinar de Peinador a Lavacolla en plena noche... y sin móviles!

Pero lo dicho... cuando llegaba papá aquello era una fiesta, sobre todo cuando volvía por Navidad como el Almendro... Y lo mejor era aquella enorme maleta de la que siempre salía algun tesoro.

Y el mayor tesoro, cuando venía de Barcelona, eran unas trufas de chocolate exquisitas que venían envueltas en una caja dorada, como todo buen tesoro, y que sabían a gloria. Y que llevaban un sello inconfundible:


FARGAS, una chocolatería situada en pleno casco viejo de Barcelona y que lleva más de 100 años endulzando la vida a los barceloneses, y los no barceloneses.


Debe de estar todo buenísimo, pero esas trufas en concreto... suaves, se deshacen en la boca, exquisitas...!

Cuando se jubiló el patriarca dejamos de probar tales manjares y nos dedicamos a recordarlas de vez en cuando... Hasta este sábado.

Mi "compi de piso" se fue con sus niños de viaje a Lleida y Barcelona, y en su paseo por el casco viejo, se dejó tentar y compró una caja de maravillas de chocolate para darle una sorpresa al capitán (mi padre), y a todos.

Y vaya si se la dio! Fue una pena no inmortalizar la cara de sorpresa, de gusto y de añoranza (todo junto, si os lo podeis imaginar) que se le puso, y lo feliz que lo hicimos con una cosa tan pequeña. Claro está, todos nos lanzamos a por ellas, y siquen igual de buenas que siempre!

Así que os recomiendo de verdad que las probeis, si pasais por Barcelona. Apuntad, Fargas, en Carrer del Pi, 16.


Y a chuparse los dedos!

Besos, papá!

6 comentarios:

  1. Ala! me lo apunto para el Plan B ya mismo!!!

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  2. qué manía con crearme necesidades innecesarias!

    necesito probar una de esas ya!!

    besos

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  3. Qué entrada tan entrañable y qué bonitos recuerdos, no conozco el sitio, si alguna vez visito Barcelona iré, proque parece acogedor y bonito...bueno, y poque lo que vende me gusta :-)

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  4. Lo mejor sin duda, no seran las trufas, sino los recuerdos que te traen, que bonito recordar esos pequeños instantes de felicidad, un saludo, y si te apetece, visitame,http://conversacionesfrentealespejo.blogspot.com/

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  5. Compredes ou non as trufas, merece a pena entrar só por ver o espectáculo de cores e olores.

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  6. Gracias, hija.
    Tenemos que ir algún día juntos los seis.
    Biquiños

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