Héroes del frío

Hace 100 años, un noruego inició el camino hacia la conquista del Polo sur.

El 19 de octubre de 1911, Amundsen partió de Framheim con cuatro hombres más, cuatro trineos y 52 perros.

Su experiencia le hizo ganar la batalla.

Porque meses antes había partido ya la expedición británica, con Scott a la cabeza, para conquistar el mismo fin, el Polo Sur. Había que ser el primero, sólo el primero conseguiría la gloria.

Me fascina la historia de estos grandes exploradores a los que la fuerza de lo desconocido los hizo renunciar a sus propias vidas. Porque el riesgo era muy alto. Y lo sabían.

Amundsen preparó la expedición meticulosamente, y su experiencia les salvó la vida a él y a sus acompañantes. Prepararon depósitos de víveres para cuando tuvieran que desandar el camino, e incluso llegaron a alimentarse con los propios perros que tiraban de sus trineos, lo cual lo hizo objeto de polémicas y críticas.

Llegaron al Polo sur el 14 de diciembre de 1911.

"Y así alcanzamos al fin nuestro destino, y clavamos nuestra bandera en el polo sur geográfico, la meseta del rey Haakon VII"

Scott lo hizo un mes después. Y allí encontró la bandera noruega ondeando y una carta de Amundsen. ¿Qué pudieron sentir aquellos hombres antes semejante derrota y después de tamaños esfuerzos y sufrimientos? La derrota más grande, física y moral.

Emprendieron el regreso, pero nunca llegaron. Habían cometido, dicen, errores propios de aficionados, frente a la profesionalidad de Amundsen y su equipo. Scott y sus cuatro compañeros perecieron durante una tormenta cuando realizaban el camino de vuelta. Sus cadáveres y el diario de la expedición fueron encontrados el 12 de noviembre de 1912.

Se les elevó a la categoría de héroes, al conocerse su historia, y los británicos pronto olvidaron que un noruego les había quitado el primer puesto. Scott fue rápidamente elevado a la categoría de leyenda, convirtiéndose en el mayor héroe de la Royal Navy desde Horatio Nelson, y en el primer gran héroe británico del siglo XX.

Luego, mucho tiempo después, Mecano les dedicó un tema en su Descanso dominical, Antártida, que siempre me ha encantado. Y que os dejo aquí para que la disfruteis, en forma de pequeño homenaje.

"Que Dios salve a la Reina,

gloria eterna a los héroes de la Antártida"

18 de enero de 1912, el capitán Scott acompañado de Evans, 

Wilson, Bowers y Oates, alcanza el Polo Sur. Pero fracasa en la 

hazaña de ser el primero, sobre el punto de latitud 0 ondea ya 

la bandera noruega del explorador Amundsen. Exhaustos y 

fracasados emprenden el regreso. 

16 de febrero Polo Sur 

cinco ingleses por el desierto Azul 

Evans va último de la fila 

y colgada de su mochila 

va la muerte dispuesta a demostrar 

que una vez muerto 

no se está mal en aquel lugar. 

No hubo lápida 

si hubo plática 

que Dios salve a la reina 

gloria eterna a los héroes 

de la Antártida. 

6 de marzo y Oates no puede más 

son sus pies dos cuchillas de cristal 

de arrastrarse en algunos tramos 

tiene heladas también las manos 

pero nadie le quiere abandonar 

y mientras duermen 

sale al paso de la eternidad. 

No hubo lápida 

si hubo plática 

que Dios salve a la reina 

gloria eterna a los héroes 

de la Antártida. 

30 de marzo 

aquí acaba el diario 

de Bowers, Wilson y Scott 

que las ayudas que nunca nos llegaron 

vayan a los que quedaron 

nuestros hijos, nuestras viudas 

como un inglés 

mueren tres. 

No hubo lápidas 

no hubo pláticas 

no hubo Dios 

ni hubo reina 

sólo nieves eternas 

en la Antártida. 

¿Quién se acuerda del Capitán Scott, 

Evans, Wilson, Bowers y Oates? 

¿Quién se acuerda del Capitán Scott? 

Evans, Wilson, Bowers y Oates.