Hay un rincón en el mundo en el que se me curan todos los males del alma: huele a salitre, calienta el sol, sopla el viento, planean las gaviotas... Hoy he peregrinado desde Santiago en sentido contrario, hacia el mar. No sé si todo el mundo siente lo mismo, si la sensación de libertad es la misma para todos los que se asoman a este rincón... no sé cómo alguien puede vivir sin el mar.
Este es mi mar.
Aguete. Enero 2010.
qué bonito, Cris! yo desde luego sin salitre me mueroooo. preciosa foto, me recuerda a mis fotos de boda, jejeje....grande Chirleu!
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