No sé cómo hace el común de los mortales. A mi el día no me llega para todo lo que quisiera hacer...

He vuelto al ruedo, y de qué manera. Kilómetros de ida, kilómetros de vuelta, horas de curro, malcomer al solete de este verano regalado que tenemos, llegar a casa, una ducha que más me duerme que me despierta, y a la nueva aventura de este año: aprender italiano!

Me he decidido por fin y he empezado en la Escuela de Idiomas.
Era la asignatura pediente desde hace tiempo, y este año estoy haciendo números de circo para poder cumplirlo. Me lo paso bomba, la hora y media vuela, y lo mejor, casi, es la gente que estoy conociendo.

Conocer gente puede ser una gran aventura. El año pasado en el curso de Albarracín concicidí con gente estupenda, que me aportó mucho, y me ayudó a seguir conociéndome. En Italiano aun no hemos tenido demasiado roce, pero el otro día me descubrí compartiendo pupitre con una chica que es el colmo del despiste pero con la que me reí muchísimo. Y vas conversando, y preguntando... es como ir descubriendo una fotografía que está tapada por la arena, y la vas destapando y descubriendo detalles. Me gusta! Somos tan distintos y hay tantas vidas distintas!

Pues eso, que con todo, el tiempo lo tengo tan cronometrado que no he podido pasarme por aquí. Y de repente ya estamos a 12 de octubre, y seguimos en asas y sandalias. Esto tiene que ser síntoma de que algo no va bien, la España verde se seca...

Por hoy no puedo aportaros más, son las once y mi reloj interno me dice que tengo que dormir, que las 6,30 llegan demasiado pronto... y otra vez kilómetros, y otra vez italiano... puff, menos mal que no está lejos el fin de semana!

Aqui os dejo una fotito de mi primera inmersión en las actividades agrícolas de mi tierra: recoger el maíz de todo el año... en resumen, una buena tarde de sol en familia! Me va gustando esto de la agricultura...

Feliz jueves!