De Vals

No recuerdo exactamente cuándo empecé a aficionarme a la música clásica. Siempre ha estado en casa, mi padre siempre tuvo una buena colección. 

Luego, allá por 1º de BUP descubrí en clase las diferencias entre concierto y sinfonía, aprendí a distinguir un bajo continuo... ya no pude dejarlo. También en la facultad estuvo rondándome, con tres asignaturas intensas, audiciones, visitas a la fonoteca de Santiago... desde entonces soy una fan tremenda, me gusta distinguir las piezas, y seguir descubriendo otras nuevas, es un placer más...

Estos días en Londres me pasaron un par de cosas curiosas. El día que visitamos la Torre de Londres, en su tienda de souvenirs, vi que la gente se me quedaba mirando cuando pasaba por su lado, mientras paseaba entre las estanterías. Yo iba silbando, supongo que inconscientemente, lo que sonaba en el hilo musical, que no era otra cosa que el Vals de las Flores, del Cascanueces, de Tchaikovsky. Es una de las piezas más hermosas que conozco, y si no la conoceis os la recomiendo, porque aparte de ser "archifamosa", Disney la incluyó en su película Fantasía, e hizo una obra maestra.

Y de regreso, en el avión, descubrí que el hilo musical de Ryanair mientras te haces a la idea de que vas a volar a tropecientosmil metros de altura (que no me hace demasiada gracia), no es otra cosa que los Divertimenti, de Mozart, otra joyita de esas imprescindibles.

Pero para hoy elijo una más alegre, si cabe, una de esas de poner a todo volumen incluso en el coche y disfrutarla... la Sinfonía Fantástica de Berlioz, de 1830; su segundo movimiento, que es un vals. Aquí os la dejo, quedaos hasta el final, es una maravilla... parece que el mundo entero brilla!

Feliz miércoles!