Arte para salvar el mundo

Después de una semana de indignación, me sumerjo en el arte para salvar mi alma y la de todos los que os asomais a "mi sitio". Y la verdad es que el hombre es capaz de cosas maravillosas, pero también de las más terribles y vergonzosas. Centrémonos en las maravillosas...

Al hilo de lo que nos ocupa, y retomando la entrada anterior en sentido metafórico, traigo una escultura que me encanta y que se puede ver paseando por la capital del Reino: 

El Angel Caído, de Ricardo Bellver, 1877.

Es su obra más célebre, y se inspiró en unos versos de El Paraiso perdido de Milton. 

Por su orgullo cae arrojado del cielo con toda su hueste de ángeles rebeldes para no volver a él jamás. Agita en derredor sus miradas, y blasfemo las fija en el empíreo, reflejándose en ellas el dolor más hondo, la consternación más grande, la soberbia más funesta y el odio más obstinado

(Milton, El paraíso perdido, canto 1) 

Con ella, su primera versión en yeso, el autor ganó la Primera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes en 1878, y ese mismo año se hizo una copia en bronce que se llevó a la Exposición Universal de Paris. A su regreso pasó a formar parte de la colección del Museo Nacional, y al año siguiente su director sugirió su colocación en un espacio al aire libre, encontrándose desde entonces en la Glorieta del Angel Caído de los Jardines del Buen Retiro, en Madrid.

Es atrevida, original, y sobre todo, hermosa.

 Es clásica, recuerda al Laocoonte.

También a Bernini por su expresividad

El ángel caído

Bernini. Alma condenada

Y está cargada de romanticismo, en el sentido inglés de la palabra, sobre todo en la temática, recordando a William Blake y sus ilustraciones bíblicas.

William Blake. El Angel Caido.

Una obra magnífica, absolutamente decimonónica, y que constituye una de las dos escultura públicas dedicadas a Lucifer que hay.. ¡en el Mundo! 

A modo de curiosidad, se dice que el punto del parque del Retiro sobre el que se alza el monumento se encuentra exactamente a 666 m sobre el nivel del mar... extraña coincidencia, no? 

Feliz comienzo de semana!