Vuelta al mundo real

Se acaba lo bueno, mañana es domingo y el lunes tempranito vuelvo a marchar. Ahora que me estaba acostumbrando del todo al piso nuevo, que ya tengo mis rincones favoritos, que ya tenemos sitio para poner los libros...!

Sí, porque aunque por parte de los demás los Reyes fueron máas que generosos (pañuelo de seda, pendientes x3, teléfono inalámbrico, mantel rojo para nuestra cocina decorada en rojo, libro - no podía faltar -, caja de herramientas completita, maletita tamaño RyanAir -paso de facturar -, manos libres para el coche...), entre nosotros decididmos ahorrar un poquito y regalarnos mutuamente un viaje a Ikea y un par de librerías Billy que han quedado preciosas, y que nos hacían más falta que comer.

Allá nos fuimos, furgoneta de alquiler incluida, en busca del "milagro reposa-libros". Y allá se quedó casi un sueldo. Y unas risas, y un dolor de espalda criminal... Pero ya están montadas (casi) y son una maravilla.

Esta no es la foto de mi casa, pero al final la idea es que quede algo así, qué os parece? Prometo la foto verdadera...

Esto ya va pareciendo una casa!
Hemos pintado el recibidor de color café, que con el espejo y el mueble zapatero en blanco queda espectacular. La pintura no, pero el resto todo Ikea, claro.
Mañana pondremos los libros en la estantería y tiraremos por fin las últimas cajas... (no me lo creo!).

Aún queda mucho por hacer, pero con calma y con la ayuda de la family, todo se puede. Hoy trabajaron como leones, eh? gracias, chicos!

La pena es irme al exilio de nuevo. Me apetece volver a trabajar pero ahora me da más pereza todavía estar fuera de casa... estoy pensando posibles alternativas que quizá sean factibles... ya os lo iré contando. Hay que tener planes e ilusiones, todos los días, es la mejor manera de vivir, no perder un segundo en no ser feliz, no creeis?

Bueno, y con todo ya se pasó la Navidad! hasta dentro de un año se acabaron los dolores de cabeza pensando en qué regalar, cómo cuadrar con las familias... no! espera, el año que viene era cuando ibamos a pasar la Navidad fuera, en alguna maravillosa ciudad donde no se hable ningún idioma conocido, no? estupendo, problema solucionado!
Pero en Reyes hay que estar aquí, el día más maravilloso del año no se puede perder. Ni el chocolate, ni los primos, ni la rosca...

Como siempre, fue estupendo!