viernes, 22 de julio de 2011

Nunca te acostarás...

Es una gran verdad aquello de "nunca te acostarás sin saber una cosa más". Y también es cierto que aprender es emocionante. Así que hoy os traigo lo último que he aprendido, para que el mundo lo sepa y para reconcicliarme con ese mundo que ayer pretendía detener...

Esta mañana, mientras la tecnología punta hacía sus efectos sobre mi columna, me pusieron un video para que no me aburriera. Sobre volcanes. Guau! En revistas no, pero en documentales tienen bastante gusto, pensé...

Y allí, entre explosiones y proyecciones de lava, ceniza y gases, aparecieron dos seres excepcionales que me dejaron con la boca abierta: Maurice y Katia Krafft.


Su amor por los volcanes fue muy anterior a su propia historia de amor. Se hicieron vulcanólogos por vocación, y se dedicaron durante casi 50 años a recorrer el mundo en busca de las imágenes más impactantes de las erupciones volcánicas, estudiando los volcanes y dejando para la posteridad un trabajo inigualable.

No le temían al volcán, ni a la muerte. La tierra en erupción era su vida.
Y fue también su muerte.
En junio de 1991, buscando las mejores imágenes de la erupción del monte Unzen, en Japón, este se les vino literalmente encima, en forma de flujo piroclástico. Nadie volvió a verlos.

Este es un buen ejemplo de lo que eran y de cómo murieron.



Unas horas antes, el propio Maurice decía a la cámara: "Nunca tengo miedo, porque he visto tantas erupciones en 23 años que aunque mañana muriera, no me importaría".

Está claro que murieron felices.

3 comentarios:

  1. Que historia tan bonita...en cuanto tenga oportunidad, veré el video...

    Buen finde guapa.

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  2. una historia bonita.. con un final trágico a pesar de todo pero está claro que fueron felices con la persona que querían y compartiendo su pasion

    besos

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  3. Me da mucha envidia la gente que tiene tan clara su pasión en la vida y que la persiguen, cueste lo que cueste. Por eso no me parece que su muerte fuera triste: murieron haciendo lo que más les apasionaba y con la persona a la que más querían... ¿qué hay de triste en eso? Muchas gracias por compartir esto, me ha gustado mucho :)

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