...y el hombre voló...

Desde que en el siglo XV Leonardo da Vinci soñaba con volar y estudiaba los mecanismos de vuelo de los animales, han pasado muchos siglos, ha avanzado mucho la tecnología, pero nunca dejamos de soñar con volar.

Ayer, un ingeniero holandés lo consiguió por fin, con unas alas fabricadas por él mismo, inspirándose en las alas de las aves, sí, pero añadiéndole a esto la tecnología más puntera: dos controladores de movimiento de la Wii, acelerómetros de un teléfono inteligente y unos pequeños motores para kits de robótica. Todo ello para mover unas alas de 17 metros cuadrados.

Sin más, las imágenes del milagro.



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