Siempre vuelvo.
Es mi vitamina.
Nunca pensé que el mar pudiera hacerme revivir de esta manera.
Media hora asomada al balcón de Aguete y mi espíritu se recarga de energía: el olor a mar, el ruido del agua en las piedras, la luz, el viento, las gaviotas planeando sobre mi cabeza, dejándose llevar. Me gustaria hacer lo mismo...
Es mi mar, es como estar en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario