Expectante, estoy expectante.
Cada nuevas elecciones me siento a eso de las nueve de la noche ante la tele esperando los resultados.
Este año he cambiado de ciudad y por tanto de colegio y de mesa. El ambiente era distinto al de mi pueblo, sólo por la cantidad de gente que allí se movía, parecía una fiesta. Y lo es, pensé. La tan manida "fiesta de la democracia" que todos los políticos esgrimen en estos casos, cuando pierden sobre todo.
Me acuerdo la primera vez que voté, hace miles de años. Estaba nerviosa. No recuerdo el color de la papeleta, pero sí la sensación de estar haciendo algo histórico, algo que me hizo sentirme ciudadana del mundo de verdad, por primera vez tenía en mis manos la llave de mi destino... Estaba decidiendo, yo misma, estaba ejerciendo un derecho, empezaba a "contar" para el mundo... qué ilusa!
El resto de las elecciones las he olvidado, hasta el 11M: recuerdo aquellas como si hubieran sido ayer. La sensación de aire fresco que tuve cuando el azul cambió por el rojo...
Y seguimos así, entre el rojo y el azul, sin más apertura. A dónde vamos así?
Qué bonito sería un cambio de todo, una vuelta a la tortilla del mundo... qué bonito sería no necesitar una plataforma 15M para abrirnos los ojos!
Hemos intentado que la democracia hoy fuera algo más real. Pero es suficiente?
Poder elegir es el camino. ¿Pero sólo elegir a la persona o a las siglas? me gustaria votar si quiero o no salvar a los bancos, como pasó en Islandia. Me gustaria poder elegir entre muchos sin bipolaridad, sin pensar que haga lo que haga será uno u otro, azul o rojo.
Quiero ecologismo, reciclaje, justicia, políticas sociales, cultura... el hombre y no el dinero como eje del mundo.
Me uno desde este mismo momento...
DEMOCRACIA REAL YA!
Las utopías de hoy son las realidades de mañana!
Totalmente dacordo.
ResponderEliminarQue tal a torta? Que non me contaches nada!
Bicos